Tal vez este será quien sabe,
mi último poema;
y pensé hasta escribirlo
con sangre de mis venas.
¿Sabes por qué?
Pues me embargue de pena
Por que te quise mucho
y Tú, Tú eres ajena.
Las horas transcurrían
y yo como un demente,
pensaba en tu nombre irremediablemente.
Irremediable porque estabas lejos;
y la distancia es como un dolor
que no tiene remedio.
Distancia, maldita distancia
que me robo tus besos, mis sueños y mis ansías.
Aquellos sueños de tenerte en mis brazos
y que Tú me acariciaras
Como acaricia la luna
a una noche estrellada.
Como un amanecer, como la aurora o el alba
O como el mismo rocío
al llegar la madrugada.
Yo quise fundir mi amor al tuyo,
y que nunca se soltaran
Como se funde el metal,
en calderas como infierno;
ardiendo en llamas.
Si con ésta mi corazón no aprende
Tendré que castigarlo sin foete y sin vara.
Y que sufra, que sufra
Hasta en sus propias entrañas;
Pues los amores robados, causan dolor,
Tristeza y lágrimas.
Tal vez este será, quien sabe,
mi último poema
Y pensé hasta escribirlo
Con sangre de mis venas;
¿Sabes por qué? Porque encendí una mecha por tu amor,
no te logré y no puedo apagarla.