La Libertad del Hombre. El Fracaso de Dios

1
Libres, Señor, Tú nos quieres.
Te obligaste a no obligarnos,
Y así, aunque quieres salvarnos,
Salvarnos, Señor, no puedes,
Si el Hombre, a Tu Voluntad,
Con su Libertad se opone.
Eres Todopoderoso,
Pero no todo lo puedes,
Si lo que quieres que quiera
El Hombre querer no quiere.
Por eso, habrás fracasado
Cada vez que un Pecador
Por negarte, se condene.
De toda la Creación,
Sólo el Hombre, por ser libre,
Te puede decir que no.
Y cada vez que te niega
Está al Infierno creando
Con su propia negación.
Si por salvarnos a todos,
A todos vino a salvarnos
Y a todos salvar no pudo,
¿Habrá Jesús fracasado,
Siendo Tu Hijo y siendo Dios?
¿Podrá haber Gozo en los Cielos
Si el Amor triunfa en La Gloria
Y es vencido en Los Infiernos
Donde en Odio se trasforma?
Y es que la Felicidad
O nos la trae el Amor
O nadie nos la traerá,
Pues sin Amor todo es
Abandono y Soledad.
Padre Nuestro, yo confío
Que no vas a condenar
A quienes Tu Amado Hijo
Vino a este Mundo a salvar
Y por darnos Vida Eterna
Se dejó en la Cruz clavar.
Padre Nuestro, yo confío,
Que un día, Tu Amor de Padre
Deje al Infierno vacío.
Padre Nuestro, yo confío,
Que harás del Cielo un Hogar
Para nosotros, tus Hijos,
Al que poder regresar
Cual las Aves a su Nido:
Rotas, tras tanto volar.
Si te lo pidió Tu Hijo,
¿Se lo podrás Tú negar,
Si sólo a salvarnos vino
Por cumplir Tu Voluntad? 2
Dios no te dará nada
Que tú no quieras.
Tu Libertad respeta.
Jamás te fuerza.
Tuya será tu Vida,
Hasta que mueras.
Aunque hacerlo no debas,
Podrás hacer con ella
Lo que tú quieras.
Si salvarte no quieres,
Dios no te salva.
Sólo tú te condenas
Y sólo tú te salvas.
Dios no te fuerza.
Dios Su Gracia te da,
Mas Su Gracia no basta
Si de Ella no te quieres
Tú aprovechar.
Grábatelo en tu Alma:
Sólo por ser cómo eres
Te está pasando todo
Lo que te pasa.
De tus males, a nadie
La culpa eches.
Sólo tú, de tus actos,
El Responsable eres.
¡Qué Locura más grande
Que si no siembras, cosechar esperes!
¡Qué Locura más grande
Que si de todo y de todos pasas
Pretendas que de ti no pase nadie! 3
Llora, pero no blasfemes
Corazón Desesperado.
No culpes al Creador,
Si el Mundo en el que vivimos
Es cruel, injusto y malvado.
El Mundo es como lo hacemos
Los que a Dios crucificamos.
Libres somos para hacerlo.
Para hacerlo, Bueno o Malo.
Y Malo al Mundo lo hacemos
Cuando a nuestra Libertad
En Maldad la trasformamos.
Para el Bien Dios nos la da.
Para nuestro Mal la usamos.
Y sólo, sólo por eso,
Este Mundo va tan mal.
Y sólo, sólo por eso,
Cristo no hizo de él Su Reino:
Su Reino en El Cielo está. 4
La Libertad me has dado,
Señor, para que pueda
Elegir entre hacer lo que yo quiero
O elegir entre hacer lo que Tú quieras.
Y la Razón me has dado,
Señor, para que sepa,
Que según sea la elección que haga,
Así serán, también, las consecuencias
Que a Mi Alma se le sigan
Cuando sea llamado a Tu Presencia
Y enjuicies cuanto hice con mi Vida
Mientras fui dueño de ella.
Obligado a elegir, yo ya he elegido.
Y elegí valorar la Libertad
Como el más grande Don que nos has dado.
Pero es un Don cargado de peligros,
Si para el Mal, no para el Bien, la usamos.
Obligado a elegir, yo ya he elegido
Obedecer la Voz de mi Conciencia.
Plegar mi Voluntad a Tus Designios.
Obligado a elegir, yo ya he elegido.
Una cosa me falta, solamente:
Que me ayudes, Señor, a conseguirlo.
Sin Ti mi sola Voluntad no puede.
Mas todo lo podré, si vas conmigo.
Si para que no caiga, me sostienes. 5
Cuando nos hizo Libres,
Dios no creó el Pecado:
Lo hizo posible.
Y en el Pecado está
De todos nuestros Males el origen.
Todo dependerá. Todo dependerá
De la elección que hagamos
En el uso arriesgado
De nuestra Libertad. 6
Yo no puedo admitir
Que todo esté ya escrito.
Que hagamos lo que hagamos
Todos nazcamos ya predestinados
A ser de Dios Benditos o Malvados.
Si Dios nos quiso Libres
Y Responsables,
No va a querer quitarnos
La Libertad que para hacernos Hombres
Quiso antes darnos.
Cabe en los Hombres la Contradicción.
Esa Contradicción en Dios no cabe,
Pues Dios es la Suprema Perfección.
Creo en la Libertad y también creo
Que Dios es Providencia
Y es Predestinación al mismo tiempo.
Si Dios tuviera que esperar paciente
A que pasara el Tiempo
Para saber qué es lo que va a pasar,
Ya no sería Dios,
Pues sería del Tiempo tan esclavo,
Como tú y como yo.
El Hombre, de sus actos,
Es Responsable.
Si Dios le hizo Libre e Inteligente
Es para que supiera
Medir las consecuencias
De lo que hace.
Y siempre, antes de hacerlo,
Dos veces, por lo menos,
Se lo pensase.
¿Acaso los Profetas son Culpables
De los Males que al Hombre
Por su Bien profetizan,
Pero que, luego el Hombre,
Obligado a evitarlos,
No los evita?
La Libertad excluye
A la Fatalidad.
Y de esa exclusión nace
La temida y temible
Responsabilidad.
Pero no es menos cierto
Ni menos consolable,
Que de esa Libertad también nos nace,
Todo merecimiento. 7
Oigo la Voz del Señor.
Os repito Sus Palabras.
Oídlas con atención:
“Aunque Yo vine a salvaros,
Los que no quieran salvarse,
Que sepan que no se salvan,
Si no ponen de su parte
Lo que a mi parte le falta”.
“Frente a vuestra Libertad
Mi Voluntad nada puede,
Pues no os la puedo quitar”.
“Puedo al Hombre perdonar.
No puedo impedir que peque,
Pues quise su Libertad” 8
De Espíritu y de Carne
Estamos hechos.
No podemos, por ello,
Ser Ángeles tan sólo.
Ni tan sólo Demonios.
De Ángeles y Demonios
Y de Malos y Buenos
Tendremos, siempre, un poco.
Seamos, pues, conscientes
De lo que somos.
Todas las Tentaciones:
Las buenas y las malas
Actúan en nosotros.
¿Con cual haremos causa?
Es Dios Quien nos ha hecho.
Si el Escultor es Bueno,
Buena será la Estatua:
No la toquemos,
Porque, al tocarla,
Correremos el riesgo
De estropearla.
Y ese sería el elevado precio
Que el mismo Dios nos iba a hacer pagar,
Si, llenos de Soberbia, pretendemos
Enmendarle Su Obra
Con nuestra Libertad.