Me han herido, de la forma mas absurda,
de la mística flema de algún costal inquieto,
me han herido dudando con palabrerías burdas
con lo externo y alterno de pareceres reflejos,
prefiero el mar a las sales de quienes hablan
el amor al deshonor, quien por fuera, musita,
prefiero la creencia a succionar las palabras
la paz de mis días, a escuchar otras cuitas,
pero me he acostumbrado al dolor permanente
a la fobia del álgebra en teoremas inciertos,
hipótesis vagas que recorren silentes
esas praderas que para mi, hoy ya han muerto,
me han herido escuchando mentes heridas
sanas costumbres de la mediocre falacia,
tal vez mi sensible crepitar de vida
le de el espacio tenue...que ya no me alcanza.