Fantasias de las noches,
impalpables de los sueños,
en las que acontecen mil variaciones,
absurdas sinfonias de la imaginación.
En el lugar en que entré,
dibujo de una bóveda enclavada,
se veía un retablo con su lienzo
ennegrecido e imposibles de decifrar.
su marco dorado y churrigueresco,
su farolillo pendiente de un córdel,
y sus rotos de cera.
Más allá del arco que baña con su sombra
el lugar, dándole un tinte de misterio
y triteza indescriptible, se prolongan
dos hileras de casas obscuras desiguales y extrañas.
Cada cual con su forma, sus dimensiones y su color.
Unas las veo de piedra tosca y desigual,
sín más adornos que algunos blasones,
groseramente esculpidos sobre la portada.
Algunas tienen un balcón de madera,
con un cobertizo disparado,
aquellas, una ventana gótica.
recientamente pintada y con tiestos de flores.
Cruzaba aquelas calles,
en mis sueños de noches infernales,
pero al pasar por un antiguo caserón,
se veíaen en la ventana campanillas azules,
Cuando miré las cortinas se levantaron,
para volver a caer, porque aquella ventana
tan poética, tan blanca, tan verde,
tan llena de flores ,solo de una mujer podría ser.
De repente mirándola habia visto
una mano blanca ,que saliendo por un hueco
de aquel mirador, me saludaba con signo cariñoso.
Me saludaba a mí, y estaba sola en la plaza.
Ya no volví a verla más,
en mi sueño veía claramente la ventana,
y me marchaba ,y el sueño se fue.
Me quedó una gota de sabor de lágrima.
.Carmina.
.9/9/2007.