consumen mis letras el canto infinito, ya no bailan, sino arrastran luz que prendian, es esta noche el espacio mas infinito en el que me entierro, una constelacion de sonrisas se pierden en la nada, son ese todo que ya no vale nada.
Este ssilencio sepulcra aquellas palabras, debora su sentido, su logica se apaga, cuelgan en esta noche una retaila de oquedad desordenada.
En las palmas de mis manos se desdibuja la silueta de tu espalda, la curva de tu cara pierde sus contornos, y mi tacto muere sin sentir nada.
Respiro los susurros que me dicta tu ausencia, en bocanadas desfilasn uno a uno en mi garganta, anudando una angustia que no acaba.
La costumbre me quebranta, desapacigua mi quietud, me da la calma y me trae la dulce locura que araña y desfigura la alegria de mi cara.
Y en esta noche que no se acaba, que me puede y que me gana, me pega la pregunta que no cesa de balancear mi calma, donde esta la parte que me falta? donde la forma que me hace, la fuerza que me levanta? donde la madrugada que acunaba mi sueño, dónde el calor que me recogía el pecho.
Se lo llevó todo tu ausencia, lo arrastraron los pasos que te siguieron al exilio de mi vida, se fue con la alegría que me niegas, se me escapa día a día al faltarme tu presencia.
El hambre de tí desfigura mis entrañas parte a parte, desmembrando así los pedazos que quedaron rotos al romper tu mi vida.
En esta noche solo me queda pensar que lo que yo creía que era el sol es mentira, solo era la luz que por un instante asoma tras la oscura puerta de puntillas...