Triste peregrino

Por la senda tortuosa y estrecha,
Vas caminando fiel peregrino
Llevas el alma y la vida maltrecha,
Y andando vas solitario por el camino.
En el semblante ya se te nota,
Las huellas de la dura fatiga
Has dejado de tu sudor la última gota,
Sin encontrar en tu peregrinar una mano amiga.
En el silencio le haces lobby a la vida,
Sin pensar en la dura jornada
Llevas en el equipaje una ilusión escondida,
Y en cada puerto dejas el alma encallada.
Dicen que no hay camino,
Que caminos se hacen al andar
Es del andariego su destino,
Y del alma pura y afable el olvidar.
Ángel R. Anaya Puerta
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