Mis manos te recorren

Mis manos te recorren donde nadie ha imaginado
llegar con la amplitud sedienta de los días,
y en cada continente de tu piel que he curado
mi marca indeleble, mis besos, mi osadía.
Y en el supuesto que augura tu miel en mi cansancio
pareces extasiarte en lujurías de verdades,
dolor que la pasión te deja sin descanso
cuando busco de nuevo tu cuerpo y sus bondades.
Y es el recorrido majestuoso que deviene
al calor sublime de tu tempestad viviente,
que a otra caricia me sacudes y me tienes
prendido a tu alma como nadie, como siempre.