"CUANDO CANTA EL GORRION"
Cuando canta el gorrión entre las rejas,
alma que se deshace con alas atrofiadas
cabe la hiedra mágica en la tapia,
su tonada, cuando revienta,
látigo que se azota y se revuelve
sobre la fronda y con el viento que lo prolonga,
lánguido,
y halla el clamor su desatino,
sosiego su coraje,
paz, descanso, la emitida nostalgia
vertida cuando su cántico se escapa:
cara ansiedad alada, frustrada libertad.
Entre los pentagramas del silencio
mira hacia el cielo de reojo
donde las nubecillas, majestuosas
y las gaviotas en parvadas,
los rebotados ecos,
las luces el ensueño
juguetean.
Ambrosía, delirio
y notas semifusas que ironizan
la prisión que a su espacio lo engrandece.
¿Cómo ayudarte, infelice criatura?
Canta tu anclado sentimiento;
bulle febril, dulce y extraño, inútil.
Si estrépito, no se oye;
si llanto, no conmueve.
¿Qué te estimula, intrépido?
¿A quién lanzas tu canto, alarma del olvido,
voz del amor
del tiempo,
del vacío?
Tu voz, ternura,
compañía
leda como la risa
secreto oscuro de tu abismo
y te estremeces, pobre, desolado tormento.
Puebla mis soledades con tu himnario
y en tu suspiro ahíto tu vuelo derrotado
do' tus gemidos rozan
la libertad frustrada
y vuelan lejos en tus sueños
dulces salmos indómitos.
Tu protesta se expande
hasta fundirse con el viento.
El sol se extingue en su fulgor postrero;
tu infortunio tardío causa
amargura inagotable,
un remedo, tu jaula, de mis rejas.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)