Te amaba en silencio

Sin pensarlo, poco a poco,
fui enamorándome de ti.
Ni siquiera me di cuenta
de que vivías dentro de mí.
Enseguida entraste en mi alma
logrando mi corazón también.
Mis sentimientos los apresaste
al no poder maniobrar en ellos.
Al saber que reinabas en mi razón
pretendí apartarme y no lo alcancé,
al no descubrir ningún remedio.
Entonces salvaguardé ese secreto.
Aunque te quise con prudencia
no se puede querer en silencio
ni tampoco con el pensamiento;
sin embargo yo me aferré a ello.
Necesitaba escapar lo más lejos,
pero me costaba mucho hacerlo.
No desaparecen los recuerdos
por mucha atracción que tengan.
Con el tiempo pude desligarme,
no deseaba más sufrimiento.
Ya averigüé lo que era el dolor
para volver a experimentarlo.