Aquellas tardes tan esplendidas de amor,
se podía sentir fluir nuestra felicidad,
transmitiéndonos la vital alegría de los enamorados.
yo, te juro que aun siento una especie
de experiencia tan indescriptible.
una suerte de tranquilidad, de calor, de paz,
al tenerte tan cerca de mi y simplemente.
mirarte, querer beberte de los labios tu esplendidez.
Dios.! eras, eres aun para mi tan simplemente hermosa,
tan fina, tan graciosa, tan femenina,
que impregnabas de vitalidad nuestro entorno.
no puedo describir tal sensación, pero supongo
que es tan intensa que no quieres nada,
solamente proseguir a tu lado para siempre.
vamos, un enamorado así, se olvida de todo,
si me hubieran pedido cualquier costo por estar contigo,
hubiera pagado con los ojos cerrados.
te quise tanto…, pero a que las frases tan trilladas,
Dios es mi testigo de cuanto te ame.!