SI EL NIÑO PUDO NACER

"SI EL NIÑO PUDO NACER"
Si el niño pudo nacer
fue porque como semilla
cayó en la abonada arcilla
fecunda de una mujer.
Una mujer como todas
las que han amado al Amor,
que unidas al Dios Creador
se hacen creadoras con El.
Y, siendo tan indefenso
el niño, cuando pequeño,
¿Cómo pudo subsistir?
¿Cómo es que pudo vivir?
¡Ah, sí! fue porque rodeado
de un amor garantizado
que ya velaba su sueño
desde que fue concebido,
nada podía temer.
Que compartíale al niño
su cariño, su ilusión,
su sangre, su corazón,
la plenitud de su ser.
Fue porque Dios lo cuidaba
a través de la sagrada
ternura de una mujer.
El bebé no se preocupa
si hace calor o hace frío,
si aumentó de costo el pan
o se desbordó algún río.
El sabe que hay quien se ocupa
de abrigarlo en el Invierno,
de abanicarlo en Verano
y ofrecerle el pan más tierno.
Si el niño puede llorar
es que sabe que el consuelo
de su madre, es como el cielo
de donde él ha descendido;
y si se queda dormido
como a quien nada le duele,
sabe que hay quien se desvele
y lo cuide y lo proteja.
Por eso el niño, inocente,
cierra sus ojos y deja
que el mundo gire y que ruede.
Si pronto aprende a reír,
es porque alguien, como brisa,
le regala una sonrisa
y le canta una canción.
Es porque alguien lo acaricia
y le brinda la delicia
de atraerlo al corazón.
Si el niño puede crecer,
es porque alguien, abnegada,
sin menoscabarle nada
que le fuera menester,
le da siempre el alimento,
no de ese alimento hechizo,
sino de su mismo ser,
de ese alimento preciso
que sólo da una mujer.
Si ese niño, joven ya,
sabe amar como secuela,
es porque aprendió en la escuela
del santo amor de su madre,
para que por él taladre
los más fieros pensamientos
y de nobles sentimientos
llene todos sus sentidos
y así queden bendecidos.
Ese amor con que se lanza
a vivir en la esperanza
sus anhelos más queridos.
Y si el niño de aquel día,
jovencito tiempo atrás,
ya es hoy un hombre mayor
que le reza al Dios Creador
y respeta a la mujer
que ha elegido como esposa,
es porque el amor desglosa
al pensar siempre en aquella
mujer tan dulce y tan bella
creadora con el Creador.
Es porque piensa en su madre,
viva o muerta, como sea,
y en amarla se recrea
venerando su recuerdo.
Si viva, porque en la tierra...
si muerta...porque en el cielo.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)