Desde Que Te Vi

A pesar que hay tantas cosas en la vida,
Que siempre serán tan hermosas
Como el suave perfume de tu piel tibia
Semejante a un jardín de rosas,
Como aquella mirada que se disfraza
En una arma de seducción,
Como el placer al sentir cuando me abrazas,
Y el calor que desborda tu pasión.
Al verte inmediatamente me desarmas
Con aquella sonrisa tierna,
y tu manera incomparable cuando amas
Ese amor que en mi pecho sellas;
Porque en los días llenos de soledad
No entendía esto que hoy ya entiendo
El sentido verdadero del amar,
Donde nacen los sentimientos.
Aquel día que te vi me enamoraste,
Así con tu forma de ser,
Fuiste el ángel que mi vida iluminaste,
Llenándome con tu querer;
Demostrándome el futuro que venía,
Sintiendo el roce de tu piel,
Que por dentro a mi alma ya la consumía
Las ansias de tocarte bien.
Sólo el hecho de tenerte entre mis brazos
Hace a mi cuerpo estremecer,
Que quisiera estar contigo en el ocaso
Contemplando el atardecer,
O quizás en una noche con estrellas,
Desde la alta y verde colina
Contemplar el brillo mágico de aquella
Mirada pura y cristalina.
Desde que te vi, no deje de pensar
En tu cabello y tu sonrisa,
En tu rostro que quisiera contemplar
Todos los días de mi vida;
Solamente tú conseguiste alejar
Las sombras de la soledad
Y aquel pasado difícil de olvidar
De mentiras y falsedad.
Desde que te vi, dejaste una huella en mí,
Y la llevo en el alma guardada
Inspira mi mente y me ayuda a escribir
Cosas que sólo imaginaba;
Trasladándome a la misma fantasía
Para deleitarme y pensar
Palabras dulces para una poesía
Que te pudiera enamorar.
Contenerme más no puedo, ni podré,
Porque quiero sentirte mía
Y aunque pase toda mi vida, seré
El que luche con hidalguía,
Como aquel caballero de la nobleza
Que lucha con escudo y espada
Seré así entonces; y tú serás princesa
En castillo de un cuento de hadas.
Aún recuerdo ese día que te vi,
Como si hubiese sido ayer
Y aquel nerviosismo que pronto sentí,
Con aquella emoción de ver
La grandeza que tiene tu ser, sensible
Apacible, imponente y esbelta
Que sentía que el amor era posible
Y mi elección, la más correcta...
Andrés Alejandro.