MOLES DEL MALDAD

Hoy matamos al lobo.

Ayer matamos al Indio.

Y mañana mataremos

a quienes se crucen en el camino.

En el camino del progreso

que unos cuantos han elegido.

Y a los que como locos aplaudiremos

en sus mítines políticos.

“Este progreso divino

que tantas cosas  nos da.

Nos da hasta una mascarilla

para así, mejor respirar.”

Que aquél aire de antaño

y aquella agua de cristal

no son propios del humano

que a las cielos quiere conquistar.

Que quemen todos los libros

que hablan de la bondad

 de unos tiempos en los que el hombre

vivía en plena libertad.

De cuando el mar le daba peces.

El monte carne de verdad.

Y los árboles frutales

fruta rica al paladar.

Que maten a los ancianos

que bebieron del manantial

para que no griten diciendo

que esta agua que bebemos,

hasta nos puede envenenar.

Que sigan fabricando virus

para que una informe masa humana

pierda su libre albedrío

y acate sin rechistar:

la mascarilla las vacunas…………...

y el desapego familiar.

Y para que siga a esas Moles

que enarbolan la bandera

de la muerte y la maldad.

Que nos han robado el aire.

Que envenenada el agua está.

Que emponzoñada está la carne

de esos animales que viven

en astrosa cautividad.

Y ahora con las vacunas

nos llevan de acá para allá.

Así juegan y se divierten

con ésta opaca humanidad.

Y si la mujer de hoy se negara

a ser madre entre tanta adversidad,

no dudemos ni por un momento,

de que esto, nunca va a terminar.

Que esas “Moles” y sus inventos

en los laboratorios funestos,

genéticamente crearán

algo parecido al hombre

con la voluntad mordida

para que nunca pueda pensar,

que esa vida no es vida

que es tan sólo vegetar.

Pero esas “Moles” malditas

tendrán su harén especial

para procrear criaturas

que perpetúen en la tierra

el castigo y la maldad.