Suspiros brotan de mi alma,
derramando sus luces cristalinas,
mientras mi sangre como fuego corre,
en mi cuerpo de mujer enamorada.
Mensajera de amor y de ternura,
a tu lado mi soledad calmaba,
¡eres mi gran amor! decías,
y sorbí la miel de tus promesas dulces.
¡Oh, mi alma enamorada! mujer enamorada,
de tu amor, de tus sueños, de tu vida,
amor inmenso eterno y sin medida,
que nació de frases, versos y poesías.
Mi alma quiere salir de su crisálida,
como mariposa desprender de su capullo,
y volar a los brazos de su amado,
para borrar con mis caricias sus tristezas.
T E A M O
-Lych-