Pienso en tus manos como roza mi cintura,
esa suave caricia que me estremece por dentro,
despertando silencioso, mis besos y mis deseos
encendiendo lentamente la pasión de poseernos.
Siento ese calor, que con gusto me domina,
Tu boca como sedienta de mis besos y mi cuerpo,
recorriendome completa dejando huella a su paso,
cobijando tus deseos y tú abrigando mis ansias.
Tengo avaricia de tí, que penetres en mi mundo,
que como dueño y señor, conoces todos los rumbos,
mis cuevas, mis montañas, mis llanuras y espesuras,
sabes hacerme volar, con tus besos a la luna.
Solo vienes a mi mente y renuevas mis deseos,
se vuelven tan insaciables, esa llama que no para,
que la prendes y la apagas cada vez que estamos juntos,
te acercas y la enciendes, como magia en un segundo.
Tengo ganas de tí, de sentirme toda tuya,
que tu cuerpo tiemble en vano sobre el mío unos segundos,
que te quemes en las brasas de mis fuegos y gemidos,
que no puedas resistir, otra vez estar conmigo.
Maria de los Angeles