Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Poesía
Todos
Ordenar por:
Mas recientes
Menos reciente
Más vistas
Defecto
Poema
Categoría: Soledad

MONOLOGO...!

"MONOLOGO"
Cuando te hablo y no te veo,
cuando no sé dónde hallarte,
cuando sé que debo amarte
porque sí, porque te creo;
cuando aumenta en mí el deseo
de alcanzar lo inalcanzable,
de soñar lo inenarrable
de tu místico lugar,
siento ganas de llorar
con un llanto incontrolable.
Es difícil. Tú lo sabes,
una relación así...
el saber que estás ahí,
conversar sin falsas trabes,
el pensar que cuando acabes
mis demandas de escuchar,
ni me vas a contestar
ni podré escuchar tu voz.
Dí, por qué, dímelo ¡oh Dios!
no quieres conmigo hablar.
Con profunda fe te invoco
y te entrego mi querer,
porque tuyo quiero ser
aunque sea poco a poco.
Yo me siento como un loco
que habla y habla sin sentido
mientras te haces el dormido,
sordo, ajeno e indiferente,
pero sé que bien presente
siempre estás, aunque escondido.
¿O es que no tiene sonido
tu voz? ¿o es tal vez distinta,
o de qué matiz se pinta
que ha quedado confundido
tu clamor que se ha extendido
por la mar, por las estrellas?
¿Es, acaso, en una de ellas
o en la más sencilla flor,
donde atiendes, mi Señor,
a mis ruegos y querellas?
Mira ¡oh Dios! mi postración
y este rudo abatimiento
do' tormento tras tormento
voy perdiendo la razón.
¡Oh Señor! ten compasión
de este espíritu doliente
que reclama humildemente
un cachito de tu cielo,
una miga de consuelo
de tu amor benevolente.
Tú, Señor omnipotente,
increada luz suprema,
ven, arranca, que me quema
esta llaga incandescente.
Desarraiga diligente
la pasión porfiada, oscura,
que me viste de amargura
y sin ritmo ni compás,
ni me deja estar en paz
ni gozar de tu ternura.
Dame un rayo de esa luz
que procede de Ti mismo.
Sácame del hondo abismo
y unifícame a tu Cruz.
Ya no es sangre sino pus
que esta abierta llaga exhala.
Y no es ella la que cala,
es más bien la intemperancia
y esta abulia vieja y rancia
que al abismo me apuntala.
Desde mi dolor te grito,
te requiero, te reclamo.
Donde estés, Señor, yo te amo.
Torpe soy; pero contrito.
Y no es sólo ya el prurito
de sentirme descendiendo.
Sé muy bien y lo comprendo
que me falta voluntad;
pero asirme a tu Verdad
es, por hoy, lo que pretendo.
Lo que anhelo es que aligeres
este peso que me abruma.
Eres Tú, Señor, en suma,
para que por fin te enteres,
lo que ansío en mis quereres
y requiero en mi orfandad.
¡Oh buen Dios! por tu bondad,
no lo olvides: soy humano.
Ven y tiéndeme la mano
de tu generosidad.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)
Datos del Poema
  • Código: 40644
  • Fecha: 22 de Julio de 2002
  • Categoría: Soledad
  • Media: 6.92
  • Votos: 12
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1,721
Datos del Autor
Autor Destacado Nivel: 7
Nombre: Heriberto Bravo Bravo SS.CC
País: MexicoSexo: Masculino
Fecha de alta: 22 de Agosto de 2002
Ver todas sus poesías
Comentarios
0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Poesias: 99,627
»Autores Activos: 4,260
»Total Comentarios: 47,522
»Total Votos: 9,266,099
»Total Envios 159,596
»Total Lecturas 142,892,756

© HGM Network S.L. || Términos y Condiciones || Protección de datos | Política de Cookies