Un poema debe ser leído

Cara al viento
la muerte del poeta
debe estar sobre todas las mesas
donde campa el trigal, entre viñedos
y llanuras con ciudades
con plazas y sus mercados.
Acercándose a los hombres
con la poesía como moneda cotidiana,
debe estar sobre todas las mesas
con una jarra de cerveza
iluminando el amanecer de todos los sueños.
Una gota de roció en las manos
imprenta de libros en los arrozales,
el otoño atrae las noche de fuego,
ruido de espadas chocando
con la violenta estación del verano
y el peso del olor a jardín muerto
trazando lineas en el cuaderno
respirando en un cesto de mimbre
a pan fresco.
Debe estar sobre todas las mesas
las palabras del corazón
profundo y secreto,
en la proa de cualquier velero
abriendo las aguas con vino,
debe estar sobre todas las mesas
las sonrisa de una mueca
en las sombras de los castaños,
debe ser leído por amigos desconocidos,
asomando de las lineas de un cuaderno
palabras compuestas por el viento
debe estar sobre todas las mesas.