Que nadie te promete
ni por dos horas ni media vida
años seguido de amores y ensueños;
ni siquiera,una gota de felicidad merecida.
El amor mediàtico dejò a un lado
esa atmòsfera cautivadora
se llevò de golpe el romanticismo
con sus letras y sus formas.
Ha quedado entrampado en lo sensorial
en ese folleto antojadizo
en esa imàgen que creen ver
dispuesto a darles gusto y dejarlos satisfechos.
Pero todo eso cansa, aburre y es lisonjero
nada perdura ni es florero
hasta las rosas con tanto agua
sucumben y se deshojan.
¡He llegado a la conclusiòn!
que hasta el poeta se eclipsò
se distrajò ,se aburriò, se cansò
del cometido que le generò,una gran historia.
Y ya no bebe el agua del manantial
ni tiene hambre de imaguinaciòn
ni florece desde el alma ese gesto
que lo tiene, sin tiempos, ni cesos.
¡Que tiempos aquellos,cuando Becquer y Neruda!
traspasaban la ventana y el alma
del que nunca supo expresar
el amor envueltos en sedas blancas.
El amor sufrìo una trasfondo,una ecatombe
una terremoto existencial
por falta de emociòn, y sentimientos
hoy todo gira ràpido,
al compas de un corazòn loco.
Nadie conoce a quièn van dirigido
algunos, sonetos y versos
ni quièn gastò esa cuota de emociòn
menos el tiempo florido en que se expuso
ni el destino, donde fue dirigido.
¡Estan todos entrampados!
buscando el real motivo
ese engranaje egòlatra y perfecto
que lo situe por allà
màs arriba del universo.