Aquel amor tan nuestro

El viento trae gratos marítimos aromas
y trae de sirenas los míticos cantares,
el sol esparce brillos que besan los palmares
y arreboladas nubes reposan en las lomas.
Muy cerca de la playa, gaviotas y palomas
revolotean ledas haciendo malabares
y llegan a la orilla millares y millares
de silenciosas olas de crestas policromas.
El tiempo pareciera de pronto detenerse
tal vez porque te sueño, tal vez porque te pienso,
absorto en remolinos de luz y de ilusión.
Será que de agonía comienza a estremecerse
aquel amor tan nuestro, aquel amor inmenso,
o es ese "Amén" que cierra quizá nuestra oración.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC