Vagando por las tierras áridas
de la infinita decepción,
donde cuyo sabor reina la amargura,
la tristeza y la ex caza dulzura.
Tratando de perderme en la realidad,
me envuelvo en tus tiernos labios,
con el sabor que compara con una
gota de miel,
que realza mi vida, que alimenta mi ser.
Cada segundo alejado de ti,
de tus suaves y jugosos labios,
me llevan al borde de la ilusión,
que te veo reflejada en mi cama,
besándonos, abriéndole la puerta,
para que entre el infinito placer.
Quisiera aferrarte a mi piel,
y no dejarte de abrazar,
hasta que la muerte nos separe
o hasta que la eternidad me aparte
de tus bellos labios con sabor a miel.