Dicen que soy igual que los cangrejos,
que camino hacia atrás, que ya me fallan
el corazón, los ojos, los reflejos
y que cuando me buscan nunca me hallan.
Que busco los lugares de los viejos,
que me gusta el silencio, que se callan
mis palabras y que mis aparejos
son pañales enjutos que me rallan.
Dicen eso y algunas otras cosas,
que ya no sé cantar, que ya no puedo,
que me gusta vagar entre las fosas,
que mi vida no vale más que un bledo
y que igual que las bellas mariposas
cuando ven una flor ahí me quedo.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC