Surge en mi noche de insomnio una estrella
como un sueño que siempre tengo oculto,
pero tanto brilla en el firmamento,
imposible esconder, es la mas bella.
Su presencia me inundo de ilusiones,
percibo su gracia, es don de alegría,
donde reposo sueño y fantasía,
en ella ofusco hermosas sensaciones.
Su amor bello anido en mi corazón,
lo tengo retenido en mi hipocampo,
donde crece como hierbas en el campo.
En ella no hay desidia ni sinrazón,
en su presencia toda se enaltece,
la razón que mi amor le pertenece.
Opaca lo vivido con destellos,
trajina en el jardín de mi ilusión,
confundiéndose en esa dimensión,
solo es un jazmín más, estando entre ellos.
La atesoro en mi vida perentoria,
la espera mis versos en el rincón,
donde se encarpeta, como en el cajón
son poesías hecha a su memoria.
Hay frases que no expresé con palabra,
por temor de convertirme en esclavo.
Trato de plasmar en endecasílabo,
consiente soy, errores siempre habrá.
Me adentro en terreno desconocido,
pero en el mundo real, lo he construido.
Autor: Alcibíades Nioceda Medina
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