Al morir
me gustaría poder escuchar
esas conversaciones
de todos esos
a quien no les importo nada
pero que disimulan bien,
seguro que resaltan mis cualidades,
algunas que ni tengo,
exagerarán lo bueno que era,
dirán que siempre se van los mejores
y otras frases del estilo,
y yo estaré ahí,
pálido,
inanimado,
solo un trozo de carne,
sin el cual los años seguirán sumando,
y no seré ni un recuerdo,
ni rastro de mi existencia,
y no soy el único que posee tal insignificancia,
solo se librarán unos cuantos genios,
al resto nos espera olvido
y buenas palabras tras el funeral.