Venezuela, en mis sueños te llevo

En tierras lejanas, desde el exilio ardiente,
Mi corazón late fuerte por mi tierra amada,
Venezuela, en mis sueños te llevo constante,
Mi patria querida, en el alma anhelada.

Montañas y llanos, ríos que serpentean,
Tu belleza infinita en mis recuerdos mora,
Aunque distante físicamente me encuentre,
Tu esencia y tu historia en mi ser afloran.

En cada amanecer de este nuevo horizonte,
Mis pensamientos vuelan como aves migrantes,
Hacia tus playas de oro y cielos celestes,
Donde la esperanza se alza, desafiante.

Oh tierra valiente, de luchas y gestas,
Tus hijos dispersos en el mundo claman,
Por un futuro de paz y libertad cierta,
Donde tus colores y estrellas flamearan.

Desde el exilio, alzo mi voz en canción,
Para recordarte que aún en la distancia,
Tu espíritu indómito sigue en mi corazón,
Y renacerás con fuerza y perseverancia.

Que la diáspora sea un lazo indestructible,
Que una a todos los corazones dispersos,
Hasta volver a abrazar lo más querido,
Los suelos que amamos, los lazos que inmersos.

Venezuela, en el exilio te grito con amor,
Que este tiempo de ausencia no sea en vano,
Que regreses triunfante a un nuevo albor,
Y brille en tus hijos un futuro humano.

Así, desde el exilio, mi canto se alza alto,
Un himno de esperanza por ti, mi patria,
Venezuela querida, en cada latido te exalto,
Y en cada verso, tu grandeza se desgrana.

Tomás Elías González Benítez