No es en mi carne que siento el deseo,
es en mi alma de blancos anhelos,
cual lirio a veces, y otras son rosas
que se deshojan en rojas angustias.
Y viene el llanto en salobres nostalgias,
en una lágrima va mi consuelo,
mas en mi rostro marchita el anhelo,
surcos de fuego que escarcha el invierno.
Mi alma que sufre se exalta y extraña,
una ansiedad de ternura me viene,
cual ave herida que busca consuelo.
Es mi alma grande que anhela entregar
un amor puro, de entrega total,
donde estará esa mujer, mi mitad.
Humberto Reyes H.
Mujer......hay cientos de ellas, llorando en soledad como usted, buscando un alma buena que las sepa comprender.... vea a los lados...ahi esta esperando sea vista...quizas hasta camina a su lado ... y usted de eso no se a parcatado. MI DIEZ PARA SU POEMA.... Y SUERTE SE LA DESEO DE CORAZON EN SU BUSQUEDA..ya vera que pronto llega. TERE AROMADEMUJER47 :-)