Aquella Rosa de mi jardín

Había planificado como sería mi faena, rutina de mañanita
más las herramientas que nos deja la experiencia no siempre son buenas
pero no importaba, me decidí plantar una rosa
aquella que durante tanto tiempo era dueña de mis pensamientos
y que se había ganado parte de mi espacio y mi ilusión
El comienzo me dejó algo cansado y pensativo
preparar el terreno del corazón no es tarea fácil
aquel tallo tenia lo suyo y no pretendía dañarlo
a veces el afán es mas que el deseo primitivo de mi regocijo pleno
no importaba, el comienzo tiene fin y aquello estaba cantado que sería mía
Plasme mis mejores trazos sobre el abono de aquella bella bicolor
pero no contaba con que al hacerlo me llevaría consecuencias
sobre los rastros de mi piel herida hecha aroma escarlata
ahora comprendo el costo de mi oportunidad
lo que mas te duele es aquello que casi no te deja rastro
La miraba cada inicio de luz sobre el retazo de ventana que da al jardín
el rociarla con gotas de esperanza hacia de esa infamia una alegría
el hablarle de escondidas calmaba sentimientos encontrados
el acariciarla en sus bordes dejaba en mi mano un aroma a infinito
el contemplarla suplía mis momentos de soledad
No lo niego estaban cifradas los mejores ropajes de mi alma sobre ella
aunque me costaba asistirla a momentos encontraba plenitud en mi rosa
por eso es que cuando la ví un atardecer a mi retorno desgajada
pedazo marchito de brotes y sueños sin plasmar sobre el callejón
sentí mi alma crujir al ver mi esfuerzo fugaz, hecho desventura
Mis esfuerzos vanos, mis mejores palabras o auxilios no lograban callarla
tan solo dejaba caer sobre mi rostro conjugado de savia y estela de amor
brotes de llanto al tiempo y al espacio que no tienen respuesta
morir lento mientras sus colores apagan mis mejores ensueños
mendrugo de ironía y rabia en un solo cajón
Por eso ahora, desde aquel día mi paso no encuentra rumbo
pretendiendo encontrar algo que supla lo que ella había dejado
pretendo acorralar similares rosas, que aunque hermosas y esbeltas
no llenan el espacio absurdo de la herida profunda que ella me ha dejado
mi rosa, mi delirio, mi espejismo, mi quimera aún te continuo buscando.
Pablomar