De día y de noche camina a mi lado
vaya donde fuere, mi errabundo paso.
El es quien conoce los tristes ocasos
que, a veces, nos marcan algunos fracasos;
también alegrías de luchas y cantos
comparte conmigo este amigo parco.
Si la lucha marca sacrificio y llanto,
de sus ojos penden, cual luz de milagros
dos pequeñas perlas de un llorar amargo,
si, en cambio, el momento es de haber logrado
un éxito o cima que ensancha los brazos
y a los ojos hace mirar un milagro,
el tiene miradas que a muchos ocasos
perder hacen fuerza si los comparamos.
El tiene el secreto de fidelidad
que ha perdido el hombre por su propio mal,
el tiene la vida lograda en su paz,
por amar al amo y dar la verdad,
su verdad que dice, mi amor es total.
El es quien señala el dulce sendero
del regreso a casa como un compañero.
Vayan las estrofas que forman mis versos,
cual un homenaje a Rashid , mi perro. ALMAVIVA