Procuro de tornar voz a mi verso,
para llegar con plegaria en tu ventana,
mientras duerme envuelta en sabana,
en tu perfumado lecho fastuoso.
Estás estregada a los sueños diversos.
Desde lejano cielo alumbra tu cuna
e ilumina tu ser, la estrella vespertina.
Mi vaga mente reúne poemas dispersos,
presente te diré al desgranar mi copla.
Recorro tu morada con el altivo viento,
congregue para este acontecimiento
al céfiro, es el que melódicamente sopla
sin perturbar los sueños, junto con él diré,
te amo amor, adormecida en tu donaire.