Una queja escondida

Mi quietud quedó atada
ligada a mis tormentos
mi amor vehemente por ti
a orillas del río quedó
resagado en el olvido
una queja escondida
la luz de tus ojos se apagó
obscura compuerta conocí
frágil anden
cuerda interminable
tus mentiras constantes
se canso mi alma de trajinar
por las calles insegura
en sus alturas un mensaje
de oración a la cordura
tenue luz para mi vida
quebrantando el sonido
de tus pasos inseguros
allá abajo la ciudad
invadiendo la materia
mi rostro acerado de tristesa
no irradia mi mirada
más rayos de alegría
una melodía lastimada
mis sueños estrujados
en los cielos muere
la luz de tus ojos
sombras hirientes
para mis ojos bondadosos