Nada

En una cueva muy oscura me he metido, no hay nada solo frió y silencio. Me siento pequeño en la oscuridad y el olvido. Hay algo en cada historia que se pueda decir, un principio y un final. Busco una ilusion que ilumine mis sentidos para seguir. A cada paso mi ritmo se acelera, siento cosquillas en la espalda. Nada esta a la vista en un vació que absorbe mis lágrimas y no me deja llorar. Tropiezo mil veces con cortinas que no se abren a la escena dispuesta. Son puertas cerradas. No hay aplausos, no hay ruidos, ni nada, solo silencio. Hay mascaras de rocas que me miran desde lejos y burbujas que suben del fondo mar.  Soy un perfecto forastero,  hidalgo caballero, un  noble escudero de las legiones del rey. Creencias ancestrales de ilustres misioneros, justicia  divina renace y déjame ver la ruta,  la linea de mis instintos.