Adiviné la locura que pasaba,
aquella noche, por tu mente atormentada,
ley tus pensamientos,
como el niño que lee un dulce e inolvidable cuento,
busque la verdad en tu mirada,
y encontré mi propia condena,
aquella fue una noche eterna.
Inmortalice mis sentimientos a tu amor acurrucados,
Note tus labios ardiendo en mi pecho atormentado,
Mate las horas sin tu amor con vicios insospechados,
Aniquile mi corazón con alcohol envenenado,
Cure después mis delirios con tus besos embusteros,
Uniendo nuestros cuerpos para no olvidar nuestros recuerdos,
Levante mis ánimos navegando en ajenos mares embravecidos,
Ardía mi mente pensando que tu ya junto a mi no despertarías,
Dime silencio, tormento del no cuerdo si…
Amare algún día otros labios sin tener en cuenta su recuerdo.-