Arcilla en tus manos fui,
moldeada a tus antojos,
a tus estados de ánimos,
y a tus caprichos.
Con tus dedos fuiste creando
mi mundo de fantasía,
con tus labios modelaste
mis besos, con la magia de tus sueños
fuistes fundiendo en mi cuerpo
caricias sin fin.
Artesano que recogiste agua bendita
que el cielo te regalaba
y mi corazón adornabas
de estrellas.
Pintándolo de ternura,
llenándolo de pasión,
celosías de color
que mi cuerpo exigía.
Torneaste mi alma
adornándola con enredaderas de flores,
y cada trazo de mi cuerpo
se perfumaba de reflejos
que la luna plateada
en tus manos empapaba
del rocío mañanil.
Y en el jardín de tu alma
los rayos dorados robados al sol
dejaron en mí tu obra,
vistiéndome de besos,
y en los ojos de mi amor
la chispa de tu mirada.
BONITA