Me quedé pensando en tu propuesta
imaginando que mi vida cambia,
que te acepto y te cumplo la promesa
de volar hacia tí, sin importar distancia.
Sueño que junto a tí, vivo en la casa
que me has descrito detalladamente,
la que me ofreces amorosamente,
donde crecerá la ilusión mientras el tiempo pasa.
No me ofreces riqueza, solo dicha,
ternura, comprensión, muchos abrazos,
todos los besos y todas las caricias,
dejando atrás, dolores y fracasos.
Y que como princesa has de tratarme,
cumpliendo mis deseos y mis caprichos,
pero solo una promesa yo, he de darte:
que he de entregarte a diario mi cariño.
No solo mi cariño corazón, mi amor entero,
por el resto de mi vida he de entregarte,
mas ahora, contra mi voluntad y por la fuerza
me debo despertar, pues se hace tarde.
Danny08
30/08/2009