- navidad -

María, por milenios el llanto de tu hijo
que con lágrimas vislumbró el presente
es manto de piedad que nos da cobijo
como lo fue ayer en tu dolor silente.
El tiempo de El,son todos y es el día
de infinita consagración de amor eterno,
y Su martirio y Tu dolor, madre mía
purificaron nuestro estigma del infierno.
Bella criatura que es razón de otra belleza
que nació pura y la impiedad del hombre
manchó el albedrío, que ayer fue la entereza
para vencer los reinos falsarios de tu nombre.
Y en la prístina claridad de aquel lucero
que fue guía de los Magos del Oriente
nace del amor esencial, el verdadero.
Eternidad, sucesiva reiteración del día
cuando Dios regala su tesoro valedero,
el hombre que cobijó las manos de María.