Estoy en este espacio
como un pájaro que retrasa su vuelo,
tu destierro me dibuja sombras,
los ángeles cohabitan vistiendo túnicas de silencio.
No me sueltes la mano.
me da miedo saberte tan lejano,
me da miedo pensarte tan ausente.
Este amor no se cansa ni se vence,
busca tu voz que calla,
busca la tinta de tu sentimiento,
quiere recomponer no sé qué cosa
que se ha demorado en el cristal del tiempo.
Tus caricias son césped,
gramilla, pastito tierno
por el que podemos caminar descalzos,
echarnos de panza al sol
para dormir una siesta.
Tus besos son la lana de las ovejas,
como el pulóver que te ponés cuando refresca,
que te envuelve, te entibia.
Dame tu dedo meñique,
como cuando éramos tan niños.
No me quites el aire que respiro,
no me quites el sueño que me calma,
no me sueltes la mano en la tormenta,
no desates tu alma de mi alma.
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.