El hogar, la calma...
A mi amado lo rodean siempre
en su montaña, en su guarida,
la calma, la tranquilidad
que da el amor y la seguridad
de encontrar siempre fuego
en el hogar; un lugar siempre
tranquilo y en calma...
Dejar su hogar tranquilo
romper con esa calma de su lar
venir a mi abrevadero y,
arriesgarse por entero
a perder por un momento
de arrebato y de locura en
un éxtasis que rompe con
todos sus esquemas y me dice:
"Soy feliz, tan feliz en mi hogar
en la tranquilidad y la calma"
pero cada que puede arriesgarse
a perder lo que tanto aclama
viene a mi lado presuroso
a buscar la adrenalina y el sofoco
que la calma y la tranquilidad
de su dulce hogar no le proporcionan
A mi no me dice lo que conmigo siente
pero toda su actitud siempre lo delata;
viene a mí como el sediento a una presa
de aguas a beber mis jugos, a calmar su sed
Yo feliz de que tenga su hogar en calma
y esa tan gran tranquilidad que le brinda
su hogar, pues conmigo viene a gozar lo
no vivido allá, a demostrarse quizá a sí
mismo; todas esas las hazañas de que
todavía es capaz.. ¡ y mucho ¡
Mi juventud lo llena de alborozo, me desea
tanto y tan ardientemente, que sale casi
a diario de la paz y la tranquilidad de
su casa, de la calma del calor de su hogar
para amar mis locuras y a veces mis maldades
las caricias más traviesas, lo profundo de
sus fantasías a quemar viene conmigo, estas
son otro tipo de llamas, que lo hacen arder
de deseo y de placer al amar y darse entero
me entrega lo que yo más quiero: ¡todo me lo da!
A mí me hace feliz su hogar en calma,
la tranquilidad que allá le brindan, ¡la bendigo!
ya que gracias al calor del hogar del que siempre
se desprende para venir a amarme cada día, es
que yo puedo decir que lo más íntimo de sus deseos
los viene a calmar a mi abrevadero que
para él siempre estará listo; ya que, ¡ él sabe cuánto lo deseo!
Lara Elra Cira