Estas tardes que se esfuman,
que resbalan dulcemente
camino del aburrimiento,
estas tardes frias,
en las que no estás a mi lado,
pues yo no sé tu,
pero yo me pierdo en un vacio sin retorno,
en un tiempo sin fragancia,
en una caricia abrazada al hielo,
y me quedo sin sueños,
abrazado a una soledad
que me envuelve en silencios.
Yo no sé tu,
pero a mi,
esto de no tenerte,
es como sino viviera la vida,
es necesitar con todas mis fuerzas,
el roze de tus labios,
la sonrisa que me acercas,
la magia de tu palabra en la calma.
Estas tardes que se pierden sin rumbo,
yo no sé tu,
pero yo te necesito,
como el deseo más ardiente,
necesito respirar tu aliento,
hablar con tu piel desnuda,
y besarte hasta que cansemos al cielo.