Dedicar el tiempo a justas causas
producto de aspiraciones subjetivas,
no es perderlo si se hace con misivas
dedicadas a enaltecer algunas musas.
Si con convencimiento pleno, orquídeas
y rosas cultivo en un lejano corazón,
es porque empleo el tiempo y la razón
para regar sus colores, sus fragancias
y sus espinas protectoras, siempre
altivas, que alejen intrusos chupaflores.
He mantenido la convicción firme
de quererte hacer sentir con amores
de los que no se agoten, ni se olviden
durante toda tu existencia, y si
de nuevo volvemos a nacer, también,
éste sea mutuo y puro, que lleve al frenesí.
Con juicio un viejo tonto la montaña
removió y en su lugar construyó
la inspiración… el castillo de su sueño,
el cual piensa entregar a ti que le oyó
con atención todos sus versos y te quieros.