PLATEAR A SU LUNA

Rasga el sol el horizonte
para mirar a su luna.
Ella fugaz tras los montes,
aunque no quiere, se oculta.
¡Ay que la luna se esconde
y al sol la pena le abruma!
El negro día se opone
a su quimera nocturna.
El mar sus rayos absorbe:
lágrimas sobre su espuma.
¡Ay que la luna se esconde
y al sol la pena le abruma!
Calor silencioso roe
al hielo que el sol deslumbra.
Ya se derriten los montes
que ahogaron a su luna.
¡Ay que la luna se esconde
y al sol la pena le abruma!
Angustia que al sol carcome:
¡funesta tarde que es tumba
y altas sombras que le arropen!
el cenit al sol augura.
¡Ay que la luna se esconde
y al sol la pena le abruma!
La tierra a su sol se come;
poco a poco se derrumba.
Araña el sol con su cobre
para arrastrar su penumbra.
¡Ay que la luna se esconde
Y al sol la pena le abruma!
El astro herido se pone
y haces de sangre rezuma
para que su ser explote
y platear a su luna.
¡Ay que la luna se esconde
Y al sol la pena le abruma!