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Categoría: Sueños

Semana de amor...

"SEMANA DE AMOR" (Para Aurea)
Los Lunes pienso en ti. Todos los Lunes.
Tú bien sabes que no puedo evitarlo.
Con la razón te pienso y los sentidos
y hasta mi corazón quiere gritarlo.
Para mí es muy hermoso que los Lunes,
todos los Lunes, todos los del año,
ya desde que amanece y con la aurora,
yo piense en ti sin prisas, sin engaño.
Cada hora de los Lunes yo te pienso;
cada minuto, sí, cada segundo.
Por las mañanas y en el mediodía
de los Lunes, amor, tú eres mi mundo.
Los Martes yo te sueño. Sí. Los Martes.
Todos los Martes de los años todos,
todos los Martes yo te estoy soñando;
aunque en el calendario no estuvieran,
yo te sueño, mi amor, de todos modos.
Ya lo he pensado bien: ¡Qué tristes fueran
los Martes si dejara de soñarte!
Ya sólo de pensarlo...estoy llorando.
Hay veces que los Lunes aún no acaban
y como yo los Lunes en ti pienso,
la noche de los Lunes me sorprende
soñando en ti. ¡Qué sueño más intenso!
Mezclo pues, sin querer, Lunes y Martes.
Vienen luego los Miércoles. ¡Dios mío!
¿Qué decir de los Miércoles? ¡Te extraño!
No importa si hay calor o si hace frío,
siendo Miércoles yo te extraño tanto
que parece que tú te me alejaras,
como si no estuvieras a mi lado.
Dale gracias a Dios de que los Miércoles,
Miércoles sean, que si fueran Lunes,
es probable que en ti hubiera pensado.
Bello es pensar en ti todos los Lunes
y los Martes también poder soñarte;
pero todos los Miércoles ¿acaso
su encanto no consiste en extrañarte?
Los Jueves, ¡ay, los Jueves! ¡qué locura!
¡qué lástima que todas las semanas
sólo traigan un Jueves! ¡qué agonía!
Le echo candado a puertas y ventanas,
pues si no, el corazón se escaparía.
No imaginas qué bien la pasaría
si los Lunes cambiaran por los Jueves.
Y es que todos los Jueves te deseo.
¡Ay, si todos los Lunes fueran Jueves!
No pensaría en ti. Te desearía...
O los Martes también. ¿Qué no sería
mucho mejor desearte que soñarte?
Y aún voy más allá. ¿Qué caso tiene
que dejemos los Miércoles? Prefiero
mil veces más saber que te deseo,
a extrañarte. Me siento más sincero.
Sí. Los Jueves, a toda hora te deseo.
Apenas es el alba de los Jueves,
no bien abro los ojos, amor mío,
y yo ya te deseo. Te deseo
antes de las comidas, durante ellas
y despúes que terminan te deseo.
Cuando voy al trabajo, a mi regreso;
cuando salgo de casa, cuando vuelvo,
siendo Jueves, amor, yo te deseo.
Cuando llega la noche de los Jueves,
¡qué berrinches me cargo! ¡Pataleo
y furioso me vuelvo y casi grito,
porque llegan los Viernes y los Viernes
se me acaba el deseo! ¡Te necesito!
¡Qué bellos son los Viernes! ¡Si supieras
qué divino es, amor, necesitarte!
¡Si tú lo comprendieras pedirías
a Dios que transformara, sin dudarlo,
en puros Viernes todos nuestros días.
Necesitar de ti, de tu presencia
todos los Viernes, todos los del año.
Necesitarte siempre, a todas horas,
esas horas fugaces de los Viernes,
Viernes escurridizos de los años
en que tanto, mi amor, te necesito.
¡Qué pena que los Viernes se repitan
después de tanto tiempo que no es Viernes!
Los Sábados ya no te necesito,
no. Los Sábados no. Son esos días
de quererte, tan sólo de quererte.
Los Sábados te quiero simplemente,
te quiero porque sí, porque te quiero.
Pienso en ti, sueño en ti, te extraño mucho;
te deseo mi amor, te necesito;
pero el Sábado no. No más te quiero.
En medio del trajín y del bullicio,
de la paz, del cansancio o de la calma,
yo te quiero, mi amor, con toda el alma.
Finalmente llegamos al Domingo.
Los Domingos ¡qué bárbaros! ¡se pasan...!
Esos días no pienso en ti siquiera,
y aunque yo lo quisiera, ni te sueño.
Es verdad. Los Domingos no te extraño.
Mentiría, mi amor, si te dijera
que un Domingo tan sólo, te deseo.
Es más: ¿necesitarte? ¡Mucho menos!
¿Quién va a necesitarte los Domingos?
¿Quién va a decirte en ellos que te quiero?
No. Los Domingos no. ¿Sabes qué pasa?
Que los Domingos te amo intensamente,
con desesperación, casi con furia,
con un terrible miedo de perderte.
¡Cómo quisiera yo que el calendario
sólo puros Domingos consignara!
¿Te imaginas, amor, lo que sería
amarte tiernamente y con violencia,
con gran satisfacción, con indigencia,
sólo porque es Domingo cuando te amo?
Yo le pido al buen Dios que los Domingos
no se acaben jamás. Que los prolongue.
Que haga de todo el año un gran Domingo
con las horas que sean necesarias.
Un día interminable si es preciso
con luz y oscuridad, soles y lunas;
pero que sea Domingo para amarte
toda mi vida, todo lo que dure
y si hay eternidad que sea Domingo,
porque te quiero amar eternamente.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)
a extrañarte
Datos del Poema
  • Código: 46200
  • Fecha: 22 de Agosto de 2002
  • Categoría: Sueños
  • Media: 7.08
  • Votos: 38
  • Envios: 5
  • Lecturas: 1,926
Datos del Autor
Autor Destacado Nivel: 7
Nombre: Heriberto Bravo Bravo SS.CC
País: MexicoSexo: Masculino
Fecha de alta: 22 de Agosto de 2002
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