No me pidas.

No me pidas que escriba rimas sentimentales
yo sé que me entiendes, aunque callas tus presentes
y mas aún sé que estás muy cerca de mis costales
allí donde nadie se anima a entenderme.
No me pidas razones, que razones no existen
ni siquiera una sola que devengue vertientes,
no me pidas mas nada, hoy que me exigen
desde el cielo otra vida que se irá de repente.
No me pidas el cielo, ni aún aquella estrella
pues no podré darte ni mis manos que inundan,
no me pidas seguirte a tu arco iris de bellas
imágenes mías que por serlo son tuyas.
No me pidas oirte en tus noches habladas
con el fino paladar de un bocado incipiente,
ni aún me devores con tantas miradas
que al fin se escabullen si miedo a perderle.
No me pidas valentía, pues hoy...no la tengo
ni el coraje de mirarla a los ojos y decirle
que la voy a extrañar, pues sabe que vengo
de varias muertes y no he de mentirle.
No me pidas el imposible de llorarla escondido
pues el vaso acabó la botella y mi pena
trascienden fronteras, y he vuelto perdido
bajo esta armadura que será mi condena.