No por terminado di este cariño,
di por muerto de este afecto,
no por querer sentirme niño
yo haga de mi, un inocente perfecto.
Yo, que ni el amor me derrite,
cuelgo tristón de tus labios temblando,
no por querer en ellos quien me recite
un ¡Amor eterno! En versos soñando.
Que ni es ternura sana mis suspiros
en tu rostro al llegar individuales,
son recuerdos terminados en delirios,
no son penas reflejadas en cristales.
Ya no hay que olvidarnos sufriendo
tu sigue de espaldas y ámame,
yo que acaso te estoy viendo
al alejarte mas y mas, diré: ¡Olvídame!.
Ottooño Tristtezza
Octubre del 2006