Y me viste mujer

Que ¿qué fue lo que más me gustó?
Sin titubear te respondí: Dormir contigo y despertar a tu lado.
Primera vez en mi vida que duermo con un hombre, primera vez en la vida que duermo sin miedo, primera vez en mi vida que despierto llena de felicidad, primera vez en la vida que el día comenzaba a tu lado y de igual manera así terminaría.
Hoy estoy segura de que no sólo dormí contigo, sino que además dormí con un hombre maravilloso, pues durante el día no podía evitar observarte y no dejaba de admirarte por la manera en que ayudabas al anciano a sentarse en las gradas mientras su esposa ya no podía sostenerlo; dormí con un hombre respetuoso, pues cuando te pedí que te detuvieras, no intentaste convencerme de entregarme a ti, pues no llevas prisa, y puedes esperar; dormí con un hombre sensible y soñador, pues desde lo más erótico a lo más sublime tu capacidad de asombro no dejaba de sorprenderme; dormí con un hombre amable, con el verdadero significado que mi maestro preferido me enseñó de esta palabra: "fácil de amar"; dormí con un hombre divertido, como niño en el corazón y maduro por convicción, siempre con una dulce broma para hacerme pasar un buen momento; dormí con un hombre apasionado, pues cada momento fue intenso, alocado, apasionado y extraodrinario y a ambos nos rebasó, y dormí con un hombre enamorado y es aquí donde me detengo un poco para que el lector sepa lo afortunada que me siento por esa noche haberla pasado al lado de muchos hombres que en uno se funden más no se confunden, y que lo más hermoso por si lo anterior fuera poco y esto es para ti, amor: Y me viste mujer, con todo lo que la palabra encierra y lo que mi ser ahora emana.
Tu dulce y tierno abrazo cada mañana, y la tranquilidad de haber sido realmente amada...