Sembrador en tierra estéril:
no es tiempo ya de palabras,
inútiles los discursos
ante una legión de sordos;
es tu semilla arrojada
en un erial de peñascos,
sin alimento, sin agua.
Esta es la edad de los buitres,
el reino de la rapiña,
la ausencia de caridad;
tiembla la Tierra, indignada
ante el crimen y la injusticia,
tanta sangre de inocentes
por los campos derramada,
contaminante de un suelo
fatigado y moribundo.
Tiempo desesperado,
el hombre actual ha olvidado
incluso cómo debe orar
si quiere ser escuchado.
Tiempo de vicio y pecado,
y el mundo no aguanta más.
Las voces guardan silencio,
muy pocos saben qué sigue
y más pocos aún, lo comprenden
y conocen el "por qué";
todo es ya viejo y caduco,
hueco, vacío y agotado
y requiere ser renovado
con brutal celeridad,
(el Hombre está equivocado).
Viejos hechos de un pasado
ya remoto e ignorado
pronto se repetirán,
tal como ha sido anunciado
(nuestros ojos lo verán).-
Eduardo Ritter Bonilla.
31 de Octubre de 2006.