¡Qué inmensa feria
de ilusiones es la vida!
Cada cabeza es un mundo
repleto de ensoñaciones,
de anhelos y de esperanza,
de sueños y de deseos,
en la mundana balanza.
Cada cual tiene su sueño,
cada quien una ilusión;
siempre, cada corazón
aguarda en modo risueño
el momento de ser dueño
de ese sueño y alcanzar
su feliz realización.
Todos los seres humanos,
cada cual en su lugar,
sólo queremos lograr
una razón de vivir,
de luchar y de existir;
la cabal compensación
a tanto esfuerzo y sufrir.
Y yo deseo ¡con el alma!
desde mi modesto hogar,
que todos y cada uno
puedan lograr en sus vidas
su plena felicidad;
que no haya obstáculo alguno
que los pueda derrotar.
Que todos vivan dichosos,
que vivan con alegría
cada momento del día,
que sus días sean tan hermosos
como cada uno querría;
y que pueda el alma mía
verlos así: ¡victoriosos!-
Eduardo Ritter bonilla.