Sobran las palabras,
pero hacen falta palabras que sean
una lluvia sobre tu cuerpo, sobre tus hombros,
una lluvia arrebatando
esos versos adheridos a tus muslos, a tus senos;
hacen falta palabras que te designen,
que te nombren,
que puedan ser
marea en el fondo de tus ojos
o vórtice en tus manos.
En ti, bella, no hace falta nada,
pero el mundo
necesita más palabras para encontrarte,
para tenerte más cerca,
para gozarte en el aire,
en las rocas tatuadas por un enigma;
palabras ligeras
que puedan soportar tu dominio.
Se necesita más, amor,
palabras
que puedan ser
un cielo en tus ojos o una noche forrada
de constelaciones,
un sueño en las manos del agua y en tus manos,
palabras que sean otras palabras y otras voces
y que todo el eco en mi corazón
sea una forma de estar más cerca de ti.