Del pálido momento que ayer tu me entregaras,
yo guardo los recuerdos, conservo la fragancia,
de labios que se besan, nostalgias de la dicha,
momentos taciturnos de voces y palabras.
Tu fuiste cual la rosa que floreció en Septiembre,
pues fuiste la primera, pues fuiste la simiente,
de aquel collar de flores que andando por la vida,
perlara mi camino de lilas y celestes.
Yo quiero en esta noche, pensar en tus desvelos,
yo quiero mi plegaria llevar al santo cielo,
para que un día puedas, con vestiduras blancas,
en rayos luminosos venir hacia mi encuentro.
Quizás aun no puedo comprender lo perdido,
quizás guardo esperanza de que aun no te has ido,
mas si miro la sala donde febril me amaste,
al verla desolada comprendo mi destino.
Tu rostro, tu mirada, aquel cabello de oro,
ya nunca, en esta tierra, conformaran tesoro,
la noche, la llovizna, la soledad del sitio,
mi llanto compulsivo pues en tu recuerdo lloro. ALMAVIVA