No soy de segunda mano.

Te dije adiós esa noche,

con mi lágrima escondida,

con mi corazon helado,

con mucha sangre en mi herida.


Te dije adiós con firmeza,

con toda mi valentía,

tú no sabes que mentía...

¡te dije adiós vida mía!


Y porque te dije adiós

en aquella noche fría,

todavía el dolor

se clava en mí cada día.


Tal vez te olvides de mí

y pienses que no te quise,

tal vez me recuerdes siempre,

porque sabes lo que hice...


Lo hice porque no soy

mujer de segunda mano,

soy mujer sin condiciones,

con amor del bueno y sano.


Te dije adios con tristeza,

pero mis cinco sentidos,

tuvieron la fortaleza

de saber que ya te has ido.

Autor@

Marleny De Paz.