No tenerte.

Detuve el tiempo en la memoria,

mire un instante y abandone la razón.

A pensarme nuevo, como antes

sin las hojas teñidas y marcadas.

Detuve esa mirada, como cuando

vivían en mi, los que ya no tengo.

Escuché tu voz, el trajín de aquel perro,

y el trino de los pájaros en vuelo.

Detuvo la tristeza, y ya no lloraba

por dentro, ni se me hundía el pecho.

Te abracé con apuro, como quien

toma impulso para saltar un charco.

Sabía que ya no volvería a verte

y ya no volvería a ese recuerdo.

Porque al perder la vista de ti

y al regresar al tiempo, sin voz, sin eco.

Te abracé y ya no tuve el talento,

de recordarte entero, sólido y conmigo.

Era la mañana nueva, en el presente

que no se resigna a no tenerte Pá.