He escrito versos sin retorno
palabras duras y otras de trincheras
y si hoy verme pudieras
creerías todo esto que te informo,
un rosa, acaso, en tu ausencia
un viento, sin mástil ni banderas,
un calendario para que hojearlo puedas
y marques la fecha con alguna prudencia,
el sol, que ya noche se avapora
el arco iris de un pasado olvidable
la mancha de dolor que aún palpable
mece en mi hombro, y callando llora,
una receta a la enfermedad de mi vida
que no tiene remedio ni posibles curas
un vendaval de cruces y mixturas
prestas al olvido, que resta todavía,
el corazón, que ya no siente tus latidos,
la euforia que ha callado obsecuencia
el perdón que no se ufana y presencia
las necias palabras de rencor sin sentido,
la música del alma, yaciente, apagada,
en un pentagrama de falsas promesas
las cartas escondidas debajo de la mesa
un distante perfume que no huela a casi nada,
las mentiras, afines a alguna apuesta,
la claridad de no ver. viéndolo todo,
y ciertamente de algún modo
el tiempo que pasa y casi no resta,
Y en esos versos que casi he escrito
en forma de epitafio de una suerte serena
merece olvidar, porque no vale la pena
ni nunca lo valió a pesar de lo descripto.